Banxico tiene una buena razón para no intervenir en defensa del peso

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El diferencial del precio de compra y el precio de venta es mucho menor que durante los episodios de intervención más recientes.

El peso mexicano se desplomó este mes, lo que ha generado especulaciones de que el Banco de México puede intervenir para apoyar la moneda en medio de las estancadas negociaciones sobre el TLCAN y la incertidumbre electoral.

Sin embargo, una métrica indica que Banxico podría permanecer al margen por ahora.

La liquidez del mercado del peso, medida por el diferencial diario del precio de compra y el precio de venta, es mucho menor ahora que durante los episodios de intervención más recientes, según datos compilados por Bloomberg.

Un diferencial ajustado tiende a reflejar una oferta y demanda más equilibradas, características de un mercado suficientemente líquido.

Los responsables de la política monetaria han subrayado en reiteradas ocasiones que su objetivo no es apuntalar la moneda en un nivel en particular, sino que garantizar el buen funcionamiento de los mercados de divisas.

Entonces, las señales de una adecuada liquidez del peso pueden permitirles esperar por ahora.

El diferencial entre el precio de compra y el precio de venta del peso, basado en su promedio móvil de 10 días, fue de alrededor de 2.3 centavos al lunes, en comparación con 4.3 centavos en diciembre cuando Banxico intervino por última vez.

El diferencial era cercano a los 5 centavos a principios de 2017, cuando Banxico vendió dólares en el mercado spot, y alrededor de 4 centavos un mes después, cuando el Banco Central lanzó sus subastas de cobertura de divisas, que se han mantenido y han actuado como el principal instrumento de política de intervención del mercado.

Banxico realizará su reunión regular de política monetaria el jueves. Nueve de los 14 analistas encuestados por Bloomberg esperan un aumento de tasas en medio de la caída del peso.

Si el Banco Central sube o no los tipos, los riesgos de una mayor depreciación del peso persistirán en anticipo a las elecciones del 1 de julio, dijo en una nota a los clientes el economista sénior de Rabobank, Christian Lawrence.

FUENTE: EL FINANCIERO