Este sector es de gran importancia para ambos países; compartimos muchos desafíos y ámbitos de interés común.
Al igual que México, Australia es un importante exportador de productos agropecuarios. Además, mi país cuenta con la capacidad de alimentar a un número de personas equivalente al triple de la población de Australia. ¿Cómo lo hemos logrado, si contamos con uno de los suelos menos fértiles del mundo, habitamos el continente más seco del planeta, y tenemos una población equivalente a la población de la Ciudad de México para habitar nuestro enorme continente?
La razón: somos un productor agropecuario innovador. Durante los últimos 30 años, diversas reformas han expuesto a nuestros productores a los mercados internacionales, reducido costos, y alentado la especialización y la innovación. Hemos mejorado la productividad, las prácticas de administración y las tecnologías, así como promoviendo la resiliencia de la industria y beneficiado a los consumidores.
En diciembre pasado tuve el honor de participar en un panel de diálogo en el marco del México Alimentaria 2017 Food Show. El diálogo destacó cómo se han beneficiado los sectores agropecuarios de Australia y México al aprender uno del otro. A medida que México busca mejorar su productividad y competitividad, Australia cuenta con experiencia que puede compartir en genética animal, producción de lácteos y controles en materia de bioseguridad, respaldados por sistemas de investigación y desarrollo de clase mundial. Por otra parte, la exportación a Australia de germoplasma de trigo proveniente del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo ubicado en México ha resultado en aportaciones significativas y a largo plazo a la productividad y sostenibilidad.
México goza de un importante superávit en nuestro comercio agropecuario. Australia importa de México grandes cantidades de cerveza, espárragos, ajo, azúcar, frutas congeladas y nueces. El comercio bilateral de productos agropecuarios ha aumentado 370 por ciento de 2010-2011 a 2016-2017. Queremos que esto continúe a medida que México busca diversificar su comercio agropecuario. Australia es un confiable proveedor de carne y granos que puede ayudar a México a satisfacer la creciente demanda de alimentos inocuos y de alta calidad. Y también queremos mejorar el acceso a las exportaciones de México a Australia de productos hortícolas, alimentos procesados y bebidas.
Pero para lograrlo necesitamos un Tratado de Libre Comercio (TLC). Con demasiada frecuencia se culpa al comercio internacional y a la inversión internacional de los desafíos económicos, cuando de hecho la historia nos muestra que las economías abiertas conducen a un crecimiento más sostenible.
Una oportunidad es el Tratado Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico, el cual vincularía a 11 países, incluyendo a cuatro de las principales 20 economías del mundo. Los logros negociados representan acceso a nuevos mercados para ambos países.
Las negociaciones de un TLC con la Alianza del Pacífico, de la cual México es miembro, mejorarán aún más el acceso a los mercados agropecuarios para México y Australia, y fortalecerán la relación económica de Australia con esta región del mundo. Además, facilitará las cadenas de valor entre las Américas y Asia y hará evidentes las credenciales de Australia como un proveedor confiable y responsable de productos agropecuarios de alta calidad. Queremos lograr un acuerdo de alta calidad con la Alianza del Pacífico lo más pronto posible.
El sector agropecuario es de gran importancia para ambos países; compartimos muchos desafíos y ámbitos de interés común. Somos socios por naturaleza y espero poder atestiguar que dicho potencial se materialice.
FUENTE: EXCELSIOR
