El director de UPS México, Agustín Picado, consideró que el nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá debería establecer las mismas reglas de importación y exportación para las empresas de mensajería y paquetería, aunque reconoce que “hay participantes que tienen intereses fuertes, que quieren que se mantengan, pero los que se quedan generan barreras, impactan la confiabilidad de los movimientos transfronterizos”.
En entrevista, recordó que actualmente el monto mínimo que puede importar sin pagar aranceles en México es de 50 dólares, para firmas como la suya, y para correos 300 dólares, mientras que en EU son 800 dólares y en Canadá 20 dólares. “Lo más complicado, cuando hay diferentes niveles para diferentes competidores, es que generas desventajas en el mercado (…) Los importadores de EU tienen ventaja porque hasta 800 dólares no pongan arancel, mientras que Canadá es un país supercastigado, porque qué puedes pasar por 20 dólares: un libro”, refirió.
Desde su perspectiva, fue una buena decisión revisar el acuerdo, porque además permite la posibilidad de sumar todos los temas relacionados con el comercio electrónico. Sobre los eventuales cambios al TLC, el representante de UPS reconoció que durante las negociaciones del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) en la relación de México y EU se lograron ciertos avances, porque previamente se visualizaba un escenario más restrictivo para la mensajería y la paquetería. “Hay un camino medio estructurado de cómo se puede manejar mejor el tema: menos costo, más eficiente y finalmente mejoras para el consumidor y el sector manufacturero, minorista, lo que ayuda para tener un flujo más confiable y, sobre todo de menos riesgos que haya demoras en la frontera”, explicó.
Un buen inicio de año
Agustín Picado participó en la presentación de ExpoCarga, que se realiza a finales del mes, y donde son los principales patrocinadores por segundo año consecutivo.
Sin ofrecer mayores detalles, el director de UPS México afirmó que durante el presente año les “ha ido bastante bien” en sus operaciones, a pesar de que esperaban un enero complicado por la reciente elección presidencial en EU, lo que incluso generó cierto miedo, pero que a la fecha no han observado impactos mayores, aunque no exime de algunos retos. “Yo me he visto con unos siete clientes en el último mes y me dicen: sabemos que estamos volando más (nuestros productos) por complicaciones en los cruces fronterizos, pero la verdad no nos conviene. Con la incertidumbre y la necesidad de llegar a las cadenas de producción de sus clientes que son armadoras o manufactureras en el otro lado de la frontera, han incrementado un poco el gasto para cumplir y evitar multas”, agregó.
Fuente: El Economista
