El TLCUEM entró en vigor en 2000 y su discusión para modernizarse inició en 2016; empresarios coincidieron en que febrero sería el mes en el que se pudieran concluir las discusiones.
Aunque se preveía que en la novena ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea con México (TLCUEM), que se lleva a cabo en la Ciudad de México, se cerraría el proceso de modernización, ésta se encuentra detenida por las discusiones en torno al tema de los lácteos y las carnes, el proceso concluirá hasta marzo.
De acuerdo con Fernando Ruiz Huarte, director del Consejo Empresarial de Comercio Exterior (Comce), aunque existe la voluntad política por parte de los países pertenecientes a la Unión Europea y México, sigue trabado el tema de la denominación de origen de productos lácteos, principalmente los quesos y el tema de la carne, el cual está centrado en aspectos fitosanitarios.
- El Dato: El TLCUEM entró en vigor en 2000 y su discusión para modernizarse inició en 2016.
Al término de la séptima ronda de negociaciones, empresarios coincidieron en que febrero sería el mes en el que se pudieran concluir las discusiones; sin embargo, dichos temas aún permanecen en las mesas, sin tener hasta el momento un posible acuerdo.
El tratado, que entró en vigor en el año 2000 y que comenzó a discutirse de nueva cuenta para su actualización en 2016, ha sufrido momentos complejos en las últimas sesiones de renegociación, específicamente en los temas antes señalados.
En el caso del queso, los europeos piden que los productores mexicanos no utilicen el nombre de queso manchego, entre otros, debido a que éste se produce únicamente en la región de la Mancha, España; mientras que en el tema de la cerveza, existen cuatro estilos que los europeos quieren registrar como indicación geográfica, de acuerdo con datos de Maribel Quiroga, directora general de Cerveceros México.
Por su parte, Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), mencionó que el TLCUEM, a diferencia del que se negocia con América del Norte, es la voluntad con la que se han llevado a cabo las reuniones.
“La voluntad política está ahí, los negociadores de la Unión Europea están en México, cercanos a la Secretaría de Economía, y el problema ahí cae en un tema de acceso y técnica; como saben, el tema de productos manufactureros está totalmente abierto, traemos diferencias en indicaciones geográficas y acceso de productos agropecuarios, pero eso no quiere decir que no haya voluntad política”, destacó.
FUENTE: LA RAZÓN
