Dinamismo manufacturero no evita caída en actividad industrial

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El dinamismo de la manufactura en las regiones del país no contrarrestó las contracciones de los restantes sectores industriales: construcción, minería y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.

En los primeros cinco meses del 2017, la actividad industrial de México continuó con el dibujo de una pendiente negativa, que comenzó en el 2015, al caer 0.3% a tasa anual real, el peor resultado en los últimos cuatro años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este comportamiento nacional se debió al detrimento en el sur-sureste y a la debilidad en la zona norte.

Así, en el periodo de análisis, la región sureña presentó una disminución anual de 4.0%, que significó el tercer retroceso al hilo y el más pronunciado desde que se tiene registro (2003).

De sus integrantes sólo mostraron crecimientos en su actividad industrial Quintana Roo (5.3%) y Yucatán (9.4%), mientras las mayores contracciones se observaron en Tabasco (14.5%), Guerrero (10.5%) y Campeche (10.0 por ciento).

Las primeras dos entidades exhibieron dinamismo en la mayoría de los sectores fabriles, particularmente en construcción, donde han explotado la edificación de vivienda y edificios comerciales.

“En la parte de construcción recibieron recursos importantes en materia de Inversión Extranjera Directa, para fortalecer las áreas turísticas y de servicios de alojamiento”, expuso Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey (CIEN).

En Yucatán hay cierta reactivación, sobre todo en lo que respecta a textiles, y hay nuevos centros de desarrollo económico, como es el caso de las tecnologías, precisó José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).

Los estados petroleros, por su vocación, perdieron en la minería por la disminución en la producción de hidrocarburos, que provocó merma en otros sectores, como la construcción.

Destaca que Tabasco sí aumentó en la manufactura, aunque venía de tres caídas consecutivas, es decir, una baja base de comparación; el impulso provino de la industria de las bebidas y del tabaco y de la fabricación de productos a base de minerales no metálicos.

A Guerrero sólo le fue bien en la minería no petrolera, con un crecimiento de 11.5%, gracias al dinamismo en la producción de oro y plata, aunque no evitó que fue uno de los tres territorios del sur-sureste con mayor contracción en el total de su actividad industrial.

En este estado, uno de los factores que más le afectó, aunado a la baja en la construcción, fue que “no tiene un sector manufacturero, solo hay pequeños negocios en ese sector”, sostuvo el director del Idic.

Comportamiento contrario

La actividad industrial de la región norte apenas creció 0.2% a tasa anual en el acumulado de enero a mayo del 2017, el nivel más bajo desde el 2009 (-10.6 por ciento). Esta situación se debió a la disminución en Tamaulipas, Sinaloa y Baja California Sur, así como a los crecimientos de Chihuahua, Nuevo león, Sonora y Baja California, menores a 1.5; Durango obtuvo 2.9% y Coahuila, 5.2 por ciento. Por sectores, el norte únicamente aumentó el valor en el conjunto de industrias manufactureras.

En el centro-occidente, la actividad industrial se incrementó 2.8% anual, frente a 0.2% en los primeros cinco meses del 2016. Esta tendencia de aceleración la impulsó Aguascalientes (8.0%), Guanajuato (7.7%), Querétaro (5.8%) y San Luis Potosí (5.3%); se contrajo en Colima (6.1%) y en Nayarit (5.0 por ciento).

De hecho, esta zona que concentra al Bajío sólo retrocedió en minería, aunque no es su vocación principal, mientras su gran apuesta es manufactura, particularmente automotriz, y construcción.

En sentido opuesto, el centro fue la región del país que reflejó un mayor crecimiento en la actividad industrial, estimulada por Puebla, Estado de México y Morelos.

Los estados con un mayor crecimiento en la actividad industrial fueron: Puebla, con una tasa anual de 9.3%; el Estado de México, con 7.6%, y Morelos, con 6.2 por ciento.

De la Cruz Gallegos refirió que en Puebla fueron el sector automotriz y en cierta medida el textil los que favorecieron la actividad industrial en el estado, sobre todo manufactura vinculada a la exportación.

El coordinador del CIEN expresó que hubo un aumento en la inversión en la construcción en el Estado de México, pero también reactivación de la actividad manufacturera en la entidad, por lo que se observó un resultado positivo.

“Las regiones más dinámicas son las que hace más de 20 años apostaron por la industrialización, que en un momento dado aportan tanto al mercado interno como al externo, y que generan tasas de crecimiento en su actividad productiva”, dijo José Luis de la Cruz.

A nivel nacional, las industrias manufactureras crecieron 3.9% a tasa anual en el periodo enero-mayo, y las disminuciones se dieron en construcción (0.1%), generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (1.2%) y minería (10.6 por ciento).

Fuente: El Economista