México compra soya procedente de Brasil por el TLCAN

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En lo que va de la guerra comercial de los aranceles los países han tenido que importar de otros

Ciudad de México.-  Las compras mexicanas de soya producida en Brasil crecieron vertiginosamente en los últimos meses y, de enero a mayo, el país ya adquirió más del doble de toda la leguminosa que compró del gigante sudamericano en 2016.

Estadísticas del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) de Brasil muestran que de enero a mayo México compró 93 millones de dólares de soya (235 mil toneladas), un cien por ciento más que en el mismo período de 2017.

Tanto en cantidad como en valor las exportaciones de los primeros cinco meses de 2018 de soya, del que Brasil podría convertirse este año en el mayor productor mundial, por delante de Estados Unidos, son el doble de todo lo comprado por México de leguminosa de Brasil en 2016 (46 mdd y 129 mil toneladas).

En 2015 México apenas importó 245 toneladas de leguminosa brasileña, según datos del Ministerio de Agricultura del país.

Así, este grano forrajero –usado para pienso animal bovino, porcino y aviar- es ya el segundo producto de exportación brasileño a México, solo por detrás de motores de autos, según los datos del MDIC.

Estas cifras de exportaciones de soya brasileña a México –que se produce en momentos en que el país norteamericano busca diversificar sus fuentes de suministro agrícola para no depender de Estados Unidos- suponen un récord y reflejan la tendencia de buscar en Argentina y Brasil cereales y granos forrajeros en sustitución de los estadounidenses. Con todo, las compras a Brasil no supusieron un desequilibrio en la balanza comercial de las dos mayores economías de América Latina, pues se registró un incremento en las ventas de autos y autopartes mexicanos al país sudamericano.

En los cinco primeros meses las dos naciones –que llegaron a superar los 10 mil millones de dólares de intercambios en 2012 y 2013- registraron una balanza comercial de tres mil 750 millones de dólares, con un superávit para México de 220 millones.

México ha expresado su interés en reducir su dependencia de las importaciones agrícolas estadounidenses en plenas negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El objetivo es abrir una vía comercial en Brasil y Argentina para adquirir productos agrícolas que México compra actualmente a Estados Unidos, con el objetivo de diversificar las fuentes de suministro mexicanas ante el giro proteccionista de la administración del presidente Donald Trump.